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Por Miguel Ángel Osimani
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GUIONES LITÚRGICOS - JULIO 2024
   
-Domingo 7 de julio 2024 - 14º Domingo del Tiempo Ordinario - Ciclo B
-Domingo 14 de julio 2024 - 15º Domingo del Tiempo Ordinario - Ciclo B
-Domingo 21 de julio 2024 - 16º Domingo del Tiempo Ordinario - Ciclo B
-Domingo 28 de julio 2024 - 17º Domingo del Tiempo Ordinario - Ciclo B
-Domingo 4 de agosto 2024 - 18º Domingo del Tiempo Ordinario - Ciclo B
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Domingo 7 de julio 2024 / 14º Domingo durante el año - Ciclo B

—BIENVENIDA: 

Hoy, como todos los domingos, hemos sido convocados para celebrar con fe y esperanza la acción de Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre, en nosotros. Esta acción que nos muestra el amor de Dios, tal como lo hizo con Israel al enviarle profetas para guiarlo y señalarle su plan. Dispongámonos para vencer toda rutina, egoísmo y rebeldía, y poder escuchar así la Palabra del Señor y renovar nuestra plegaria de acción de gracias por la grandeza de su amor.

El Señor nos exige hoy una auténtica fe en Jesucristo, indispensable para, superando lo humano, reconocer su divinidad, aceptándolo como perfecto Dios y como perfecto hombre. Y la Iglesia es su presencia actualizada en el mundo, debiendo descubrir también en ella, por sobre lo humano, su verdadera naturaleza divina; no obrando como los habitantes de Nazareth, que sólo vieron en Jesús su apariencia externa, ya que esa actitud de falta de fe, imposibilita la realización del milagro.

 

—LITURGIA DE LA PALABRA:

1ª. LECTURA:        (Ez 2, 2-5) 

En este texto del Antiguo Testamento, el profeta nos manifiesta que siempre es difícil acoger la palabra de Dios, a causa de nuestra rebeldía.

SALMO RESP.:    (122, 1-4)      

R. Nuestros ojos miran al Señor hasta que se apiade de nosotros.

2ª. LECTURA:     (2 Co 12, 7-10)   

El apóstol Pablo nos expresa que su fe le hizo descubrir que en la debilidad es donde más se descubre la fuerza de Cristo.

EVANGELIO:   (Mc 6, 1-6a)

En este pasaje del Evangelio, Jesús nos presenta la incredulidad de aquellos que más lo conocían, lo que es para nosotros una clara advertencia.

 

HOMILÍA

—ORACIÓN DE LOS FIELES:

CELEBRANTE:

Queridos hermanos, que nuestra oración de hoy, exprese nuestra firme voluntad de trabajar por el bienestar de todos los hombres y para que junto con ellos, caminemos hacia el Reino de Dios en su única Iglesia, la de Cristo.

GUÍA:  A cada una de las peticiones responderemos orando:

"PADRE, ESCÚCHANOS Y AUMENTA NUESTRA FE"

—Padre todopoderoso, te pedimos por la Santa Iglesia, para que siempre descubramos en ella a tu mismo Hijo que hoy sigue presente en medio nuestro, guiándonos a través de su Vicario, oremos...

—Señor, Rey de la vida, te pedimos por nuestro obispo y todos los que cuidan de este pueblo tuyo que peregrina en esta Iglesia diocesana, para que en su acción encontremos un impulso de amor, de ayuda, de servicio, que nos da fuerzas para seguir el camino de tu Hijo, oremos...

—Señor de la historia, te pedimos por nuestra patria, para que dejando de lado las diferencia sectoriales, políticas y sociales, todos nos dediquemos a trabajar por el bien común, oremos...

—Dios, rico en misericordia, te pedimos por los que sufren, los que tienen menos, para que encuentren en nosotros el gesto, la palabra oportuna y el verdadero compromiso a trabajar por una convivencia más justa y más fraterna, oremos...

—Padre bondadoso, te pedimos por todos los cristianos, para que crezcamos de tal manera en la fe, que podamos descubrir a Cristo hoy presente en su Iglesia, y llevemos esa presencia, en una renovada evangelización, a todos los hombres, nuestros hermanos, oremos...

 

CELEBRANTE:

Padre nuestro, acepta lo que te hemos pedido, concédenos todo aquellos que no somos capaces de pedirte, y haz que siempre confiemos en el poder de quien realmente nos salva: Jesucristo, tu Hijo, que es Dios y contigo vive y reina por los siglos de los siglos.

—PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:

Ofrezcamos ahora al Padre, junto al pan y el vino para el sacrificio, nuestro compromiso a conformar cada día más nuestras vidas con los ejemplos de Jesucristo.

Al término del “Lavatorio de Manos” y cuando el celebrante vuelve al centro del altar y antes de la oración siguiente, se hace poner de pie a la asamblea

—DIÁLOGO DEL PREFACIO: Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")

La Palabra de Dios nos ha invitado a poner toda nuestra fe en la fuerza que ella permanentemente nos comunica; por ello, unidos a Jesús, la Misericordia encarnada, demos gracias a nuestro Padre del Cielo.

COMUNIÓN:

Al comulgar pidamos a Jesús que él sea nuestra fuerza; no tengamos miedo de nuestra debilidad: recordemos las palabras de Pablo: "Cuando soy débil, es cuando soy más fuerte".

Cantamos...

COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.

Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado,
pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:

Creo Señor mío que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo  ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.
Amén.

DESPEDIDA:

Que durante esta semana que hoy iniciamos, demos testimonio a todos los que estarán en contacto con nosotros, de nuestra fe, que nos compromete a vivir en todo momento y a pesar de cualquier circunstancia, el Evangelio de Jesucristo, nuestro Señor.

 

Nos despedimos cantando...

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Domingo 14 de julio 2024 / 14º Domingo durante el año - Ciclo B

—BIENVENIDA: 

La fe que celebramos cada domingo alrededor de la mesa en la que celebramos la Cena del Señor, no es para ser vivida individualmente, ni al margen de la vida de los hombres.

Creer en la fuerza liberadora del amor de Jesucristo nos ha de llevar a proclamar el Evangelio por todo el mundo, con sencillez y confiando en la providencia del Padre del Cielo y reflejando en nuestra propia vida, la de Jesús.
Poniéndonos de pie recibimos al celebrante que preside esta asamblea Eucarística de este domingo décimo quinto durante el año.

El Señor nos manifiesta cómo Él escoge en forma personal y directa a quien llama para anunciar la salvación que realiza en Jesús, su Hijo; llamado que es irresistible y que debe cumplirse a pesar de todas las dificultades. Y Jesús envía a sus apóstoles, como sus representantes personales, para que actúen con su poder y en su nombre, para hacer presente su persona y sus enseñanzas a aun mundo enfermo que necesita la salvación. Y hoy Él también nos envía a cada uno de nosotros como responsables de esa tarea.

 

—LITURGIA DE LA PALABRA:

1ª. LECTURA:        (Am 7, 12-.15) 

Este texto nos muestra cómo es el auténtico profeta, que no se vende por nada ni por nadie, y su profecía, porque proviene de Dios, resulta realmente incómoda, aún para aquellos que se creen los más religiosos.

SALMO RESP.:    (84, 9ab. 10-14)      

R. Muéstranos, Señor, tu misericordia, y danos tu salvación.

2ª. LECTURA:     (Ef 1, 3-14)   

Pablo eleva un cántico de acción de gracias a Dios, porque en su benevolencia nos ha escogido desde toda la eternidad y nos ha predestinado a ser sus hijos.

EVANGELIO:   (Mc 6, 7-13)

En el santo Evangelio escuchamos ahora al mismo Jesús, que concreta la actitud evangelizadora: dar con libertad y con sencillez.

 

HOMILÍA

—ORACIÓN DE LOS FIELES:

CELEBRANTE:
Elevemos ahora a nuestro Dios rico en misericordia, esta oración humilde y sencilla de verdaderos hijos suyos, en la que le suplicamos por la Iglesia y por todos los hombres, nuestros hermanos.

GUÍA:  A cada una de las peticiones responderemos orando:

"PADRE, ESCUCHA NUESTRA ORACIÓN"

—Por la Santa Iglesia y el Papa Francisco, para que todos escuchemos en su palabra la misma de Jesús, que hoy también nos manifiesta que nuestro mundo y cada uno de nosotros, necesita convertirse y que tenemos que volver a revivir nuestro compromiso cristiano, oremos...

—Por nuestros obispos, para que tu Santo Espíritu los ilumine y fortalezca en su misión de guiarnos para que sepamos dar respuesta a tu llamado, y formar así, Iglesias diocesanas verdaderamente responsable de una nueva evangelización, de cara a dar respuesta a las necesidades de este tercer milenio, oremos...

—Por nuestra patria, para que busquemos, por sobre todas las cosas, tu Reino, y así en ella sean las enseñanzas de tu Hijo, las que rijan en cada una de nuestras familias y en toda nuestra sociedad, oremos...

—Por los que sufren, los más pobres, los que no encuentran trabajo, los sin techo, para que en tu Hijo encuentren la fortaleza, y en nosotros, la caridad fraterna que tanto predicamos y que tan poco cumplimos, oremos...

—Por nuestra comunidad, para que seamos verdaderos discípulos de Cristo y compartamos con todos nuestros hermanos, el don recibido: la Buena Noticia del amor de Dios y la presencia de Jesucristo entre nosotros, oremos...

 

CELEBRANTE:

Padre, Tú sabes que nuestra plegaria es pobre y que nos cuesta expresar nuestros anhelos. Mira pues, el deseo que tenemos de vivir como verdaderos hijos tuyos y guíanos, a nosotros y a todos los hombres, hacia tu Reino de amor, de justicia y de paz. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.

—PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:

Estas ofrendas son signo de la ofrenda personal que ahora le presentamos al Padre, y hoy más que nunca debe ser nuestra disposición a ser quienes lleven su mensaje de salvación a tantos hombres que aún no lo conocen o lo han abandonado.

Al término del “Lavatorio de Manos” y cuando el celebrante vuelve al centro del altar y antes de la oración siguiente, se hace poner de pie a la asamblea

—DIÁLOGO DEL PREFACIO: Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")

Jesucristo es la única y verdadera respuesta que todos los hombres esperamos, por eso ahora, con gozo elevemos nuestra acción de gracias por todo lo que él representa para nosotros.

COMUNIÓN:

En el Salmo le pedíamos al Señor que nos mostrara su misericordia, que es el mismo Jesús; ahora, al acercarnos a comulgar, repitamos ese pedido para que Jesucristo nos de fuerzas para vivir su Evangelio cada día.

Cantamos...

COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.

Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado,
pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:

Creo Señor mío que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo  ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.
Amén.

DESPEDIDA:

Quien ha experimentado la presencia de Dios, ya no puede seguir viviendo sin reflejar en su propia vida la de su Hijo, impregnando de Evangelio cada uno de los ambientes donde transcurre su existencia, y confiando, por sobre todo, en la providencia del Padre del Cielo.

 

Nos despedimos cantando...

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Domingo 21 de juilo 2024 / 16º Domingo durante el año - Ciclo B

—BIENVENIDA: 

Hermanos, hoy en el Evangelio escucharemos a Jesús diciendo a sus discípulos: "Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco". Y estas palabras resuenan hoy como dichas también a nosotros, ya que todos necesitamos de este descanso para reencontrarnos con nosotros mismos y con Jesucristo. Y esta celebración debe ser un momento de descanso, de abrirnos confiadamente a la palabra de Jesucristo, a su presencia amorosa entre nosotros.

Ante la diversidad de opiniones, de caminos, de ideales, hoy el Señor nos manifiesta que Cristo es nuestro guía y pastor, que nunca nos deja solos, sino que se manifiesta vivo y presente en medio de nosotros y que nos envía profetas y pastores, como sus representantes personales, para que, enseñándonos la verdad, nos conduzcan hacia el gozo perfecto de su Reino. Es nuestra tarea y responsabilidad, el escucharlos, y en ellos, al mismo Cristo.

 

—LITURGIA DE LA PALABRA:

1ª. LECTURA:        (Jr 23, 1-6) 

El Profeta reprende severamente a los malos pastores del pueblo y anuncia que el Señor les enviará nuevos y buenos pastores.

SALMO RESP.:    (22, 1-6)      

R. El Señor es mi pastor, nada me puede faltar.

2ª. LECTURA:     (Ef 2, 13-18)   

Pablo nos habla de la obra de paz, de reconciliación que ha obrado Jesucristo. Él ha derribado todo muro de separación, llama a los que están cerca y a los que están lejos. "Vino para anunciar la Buena Nueva".

EVANGELIO:   (Mc 6, 30-34)

Jesús nos manifiesta cómo Él envía a sus apóstoles a enseñar, y cómo Él mismo se pone a enseñar a la multitud que andaba como ovejas sin pastor.

 

HOMILÍA

—ORACIÓN DE LOS FIELES:

CELEBRANTE:
Después de escuchar la Palabra de Dios y de reflexionar sobre ella, unámonos para nuestra plegaria universal. Pidamos con entera confianza, unidos al Pastor de todos los hombres, Jesucristo, para que a todos llegue su paz, que es amor y vida.

GUÍA:  A cada una de las peticiones responderemos orando:

"SEÑOR, ESCUCHA NUESTRA ORACIÓN"

—Señor y Dios nuestro, te pedimos por la Iglesia y el Papa Francisco, para que todos los hombres del mundo no seamos ovejas sin pastor, y encontremos en ella caminos de verdad, de amor y de esperanza, oremos...

—Padre de bondad, te pedimos por nuestra Iglesia diocesana, para que todos y cada uno, desde su propia responsabilidad, nos dejemos guiar por nuestro Obispo, y podamos formar una comunidad verdadera y realmente comprometida con el anuncio de salvación, oremos...

—Padre santo, te pedimos por nuestra patria, para que todos los que la habitamos seamos capaces de convertir nuestro corazón y descubrir en tu Hijo, el único guía, el único Pastor, oremos...

—Señor de la vida, te pedimos por todas nuestras familias, para que trabajemos activa y responsablemente en la educación de los jóvenes, para crear una nueva conciencia de respeto a la vida desde su concepción, oremos...

—Señor, Rey del universo, te pedimos por todos los cristianos, para que como verdaderos discípulos de Cristo, tomemos conciencia de nuestra responsabilidad de imitarlo, y escuchando sus enseñanzas, procuremos comunicarlas a todos nuestros hermanos, oremos...

 

CELEBRANTE:

Escucha Padre de bondad, estas peticiones por nosotros y por todos los hombres, nuestros hermanos. Y que tu bondad, tu amor, supla lo que falta en nosotros para conseguir todo aquellos que anhelamos. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.

—PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:

Ofrezcámonos al Todopoderoso con nuestra interior disposición a servirle realmente y así, lo que cada uno le ofrece, sea de provecho para la salvación de todos.

Al término del “Lavatorio de Manos” y cuando el celebrante vuelve al centro del altar y antes de la oración siguiente, se hace poner de pie a la asamblea

—DIÁLOGO DEL PREFACIO: Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")

Una vez más, como cada domingo, demos gracias a Dios porque nos ha abierto un camino de esperanza, un camino de amor, un camino de vida eterna.

COMUNIÓN:

En el Evangelio hemos escuchado que " Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato". Al acercarnos a comulgar, pidámosle que sepamos escuchar con calma y seguir con decisión, su enseñanza de vida eterna.

Cantamos...

COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.

Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado,
pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:

Creo Señor mío que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo  ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.
Amén.

DESPEDIDA:

Durante esta semana que hemos iniciado, dondequiera que estemos, es necesario que sigamos la enseñanza de Jesús, que nos indica el camino seguro; y que vivamos nuestra adhesión a Cristo en su única Iglesia y guiados por los pastores que Él mismo nos ha puesto para guiarnos.

 

Nos despedimos cantando...

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Domingo 28 de julio 2024 / 17º Domingo durante el año - Ciclo B

—BIENVENIDA: 

Celebramos hoy el domingo décimo séptimo durante el año, y a partir de hoy iniciaremos la lectura de un capítulo muy importante del Evangelio de san Juan: el discurso sobre el Pan de Vida, en el que escucharemos una palabra que explica quién es Jesús, y qué es para nosotros; una clara exhortación a reconocerlo domo camino de vida y alimento para todos nosotros.

El Señor nos manifiesta hoy claramente la inmensidad de su amor, que mediante su providencia atiende nuestras necesidades espirituales y materiales. Él mismo se multiplica como pan eucarístico para alimentar a la multitud de creyentes de todos los tiempos. Y esta comunión con Él nos compromete a realizar cuanto podamos en favor de los demás, sabiendo que no lo podemos todo, pero en la certeza que Él realiza el milagro de multiplicar el fruto de nuestra entrega.

 

—LITURGIA DE LA PALABRA:

1ª. LECTURA:        (2 Re 4, 42-44) 

Lo que el profeta Eliseo realizó por el poder de la palabra de Dios, Jesús lo repite para enseñarnos que realmente Él es la Palabra de Dios.

SALMO RESP.:    (144, 10-11. 15-18)      

R. Abre tu mano, Señor, y nos colmas con tus bienes.

2ª. LECTURA:     (Ef 4, 1-6)   

Pablo escribe a los cristianos exhortándolos a la unidad; palabra que hoy es tan actual ante la existencia de tantas maneras de pensar y de vivir.

EVANGELIO:   (Jn 6, 1-15)

Jesús, en el milagro de la multiplicación de los panes, anuncio de la Eucaristía, se nos presenta como el Pan de Dios que da la vida verdadera.

 

HOMILÍA

—ORACIÓN DE LOS FIELES:

CELEBRANTE:
Unidos en una misma fe, impulsados por el único Espíritu y poniendo nuestra atención en las inquietudes, en las necesidades de todos los hombres, elevemos nuestra plegaria a Dios, nuestro Padre providente.

GUÍA:  A cada una de las peticiones responderemos orando:

"POR CRISTO, PAN DE VIDA, ESCÚCHANOS SEÑOR"

—Por la Santa Iglesia y el Papa Francisco, para que todos los cristianos lo escuchemos, y alimentados por el mismo Pan de Vida, formemos un solo rebaño bajo un solo pastor, oremos...

—Por nuestra Iglesia diocesana, para que junto a nuestro obispo y nuestros sacerdotes, formemos una comunidad en la que la Eucaristía alimente nuestro compromiso en favor de los más necesitados, oremos...

—Por nuestra patria, para que todos los que la habitamos seamos capaces de convertir nuestro corazón y descubrir en tu Hijo, el único guía, el único Pastor, oremos...

—Por tantas familias que sufren en nuestra patria, que no tienen techo, que no encuentran trabajo, para que por nuestras actitudes concretas, reconozcan tu providencia de Padre que nunca abandona a sus hijos, oremos...

—Por todos los católicos, para que cada día seamos más los que nos reunimos alrededor del altar, para que, alimentados con el Pan vivo bajado del Cielo, alimentemos nuestro compromiso en favor de los hombres, especialmente de los más necesitados, oremos...

 

CELEBRANTE:

Te pedimos Padre y Señor nuestro, que escuchando la plegaria que hemos puesto en tu presencia, nos concedas para todos tus hijos, la gracia de poder recibir siempre el verdadero alimento, el Pan de Vida, Jesucristo que contigo vive y reina por los siglos de los siglos.

—PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:

Presentemos al Padre, junto al pan y el vino, nuestra disposición a confiar siempre plenamente, por sobre toda seguridad material, en su providencia que atiende todas nuestras necesidades.

Al término del “Lavatorio de Manos” y cuando el celebrante vuelve al centro del altar y antes de la oración siguiente, se hace poner de pie a la asamblea

—DIÁLOGO DEL PREFACIO: Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")

Elevemos ahora nuestra acción de gracias a Dios, celebrando el memorial de Cristo, cumpliendo su mandato y repitiendo, junto con Él, su gesto de repartir el pan de la Eucaristía.

COMUNIÓN:

Y ahora Jesús nos invita, a todos los que queremos ser sus amigos, a su mesa, para ser Él mismo nuestro alimento, nuestro pan, el pan de Dios.

Cantamos...

COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.

Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado,
pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:

Creo Señor mío que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo  ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.
Amén.

DESPEDIDA:

Cada Eucaristía que celebramos debe significar un verdadero compromiso personal, y el de hoy debe ser el que cada uno de nosotros sea el que haga llegar a los hermanos, el verdadero alimento: la Palabra de Dios, pero sin olvidar la responsabilidad de poner también a su disposición, lo mucho o poco que tengamos.

 

Nos despedimos cantando...

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Domingo 4 de agosto 2024 / 18º Domingo durante el año - Ciclo B

—BIENVENIDA: 

Antes de realizar el milagro de la multiplicación de los panes para dar alimento a quienes lo seguían desde hacía más de tres días para escuchar su palabra, Jesús dijo: "Tengo compasión de la muchedumbre". Y san Juan Pablo II nos ha dicho que "el hambre del cuerpo no es la única que padece la humanidad; tantos de nuestros hermanos y hermanas tienen hambre y sed de dignidad, de libertad, de justicia, de alimento para su inteligencia y alma".

Durante su peregrinación por el desierto, el pueblo elegido fue alimentado milagrosamente por el maná, prefigura de la Eucaristía, alimento del nuevo pueblo de Dios.  Y hoy nos encontramos reunidos como la multitud que rodeaba a Jesús, ansiosa de ser alimentada por su Palabra y por su Pan; necesitamos ser saciados con el verdadero Pan del Cielo, que es Cristo mismo que se nos da como alimento en la Eucaristía. Sólo Él puede saciar nuestra hambre de felicidad, y hoy nos pide que vayamos hacia Él, buscando, no nuestra satisfacción, sino a Él mismo: el Pan de Vida.

 

—LITURGIA DE LA PALABRA:

1ª. LECTURA:        (Ex 16, 2-4. 12-15) 

El pueblo hebreo en el desierto, añoraba las buenas comidas de su cautiverio en Egipto, y es alimentado por Dios con el maná, figura del alimento de la verdadera libertad: la Eucaristía.

SALMO RESP.:    (77, 3-4bc. 23-25. 54)      

R. El Señor les dio como alimento un trigo celestial.

2ª. LECTURA:     (Ef 4, 17. 20-24)   

San Pablo es bien claro y terminante: si realmente decimos que somos seguidores de Cristo, esto debe manifestarse en todo momento de nuestras vidas, de una manera clara e inequívoca.

EVANGELIO:   (Jn 6, 24-35)

Jesús, en el santo Evangelio, nos manifiesta claramente que Él es el verdadero Pan, con el que tendremos la vida eterna.

 

HOMILÍA

—ORACIÓN DE LOS FIELES:

CELEBRANTE:
Queridos hermanos, nuestro Padre del Cielo nos da gratuitamente el gran don de su amor, nos da a su Hijo. Por Él pidámosle ahora que escuche nuestras peticiones por la Iglesia, por todos los hombres y por nosotros mismos.

GUÍA:  A cada una de las peticiones responderemos orando:

"POR CRISTO, PAN DE VIDA, ESCÚCHANOS SEÑOR"

—Padre nuestro, te pedimos por la Iglesia y el Papa Francisco, para que en los signos concretos de su ministerio, los hombres recibamos en nuestro corazón la palabra, que es la de Jesús, y así podamos saciar nuestra hambre de Dios, oremos...

—Padre nuestro, te pedimos para que formemos una Iglesia diocesana verdaderamente comprometida con el hambre espiritual y material de todos los hombres, oremos...

—Padre nuestro, te pedimos por la paz del mundo, para que todos los pueblos y gobiernos pacifiquen sus espíritus y así podamos superar definitivamente la violencia que nos deshumaniza, oremos...

—Padre nuestro, te pedimos por tantos hermanos nuestros que se han alejado de la comunión con tu Hijo y su Iglesia, para que escuchen en su corazón su voz que los llama y les ofrece el verdadero Pan de Vida, oremos...

—Padre nuestro, te pedimos por toda nuestra comunidad, para que ahondando nuestra confianza en tu providencia divina que nos cuida paternalmente, busquemos por sobre todo lo material, el alimento que nos dará la vida eterna, oremos...

 

CELEBRANTE:

Dios Padre, rico en misericordia, escucha favorablemente la oración que hemos elevado en tu presencia, y concédenos el que siempre podamos encontrar nuestra alegría no en las cosas materiales, sino en la abundancia de tus dones. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.

—PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:

Sobre la mesa del altar, al depositar las ofrendas, depositemos también nuestro sincero propósito de buscar sólo en Cristo, el verdadero alimento para nuestra existencia.

Al término del “Lavatorio de Manos” y cuando el celebrante vuelve al centro del altar y antes de la oración siguiente, se hace poner de pie a la asamblea

—DIÁLOGO DEL PREFACIO: Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")

El Señor Dios, nuestro Padre, nos ama a todos profundamente, y en inmenso amor nos ha dado a su Hijo Jesús como Pan de Vida eterna, por ello ahora unámonos en nuestra plegaria de acción de gracias.

COMUNIÓN:

Como la multitud que seguía a Jesús, nosotros también necesitamos ser alimentados, por eso ahora nos unimos para compartir la Eucaristía, el alimento que saciará nuestra hambre de Dios.

Cantamos...

COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.

Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado,
pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:

Creo Señor mío que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo  ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.
Amén.

DESPEDIDA:

Toda celebración eucarística, para que sea verdaderamente fructuosa, debe provocar en nosotros un compromiso sincero con Dios; que el de hoy sea el compartir, entregando a los demás lo que Dios les destina y que a nosotros sólo nos es confiado como simples administradores.

 

Nos despedimos cantando...

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